Acuerdo unánime en Europa para sancionar a Venezuela
Representantes de 28 países acordaron preparar las primeras medidas, que apuntarán a individuos relacionados con la represión.
La jefa de la diplomacia europea, Federica Mogherini, ofrece una rueda de prensa durante el Consejo de Ministros de Exteriores de la Unión Europea celebrado en Luxemburgo./ EFE
Los representantes diplomáticos de los 28 países miembros de la Unión Europea llegaron a un acuerdo este pasado fin de semana para “preparar” las primeras sanciones europeas a Venezuela. El visto bueno de los embajadores desata un proceso que ahora debe elaborar un listado de políticos y militares venezolanos relacionados con la represión a la oposición política.
El Parlamento Europeo aprobó en septiembre por una amplia mayoría (526 votos a favor y 96 en contra) una resolución que pedía a los gobiernos del bloque que aprobaran ya esas sanciones contra los jerarcas del régimen venezolano que estuvieran implicados en violaciones de derechos humanos.
“La idea europea es que las sanciones no afecten a la población venezolana sino a los dirigentes”
El proceso que se abre ahora podría llevar a que las sanciones estén preparadas para su aprobación a mediados de noviembre. Entonces la decisión será de los cancilleres. De aprobarse, las sanciones se aplicarían por un plazo determinado y serían renovables cada cierto tiempo. Tanto para aprobarlas como para renovarlas se necesita esa unanimidad de los 28 lograda este fin de semana.
La idea europea es que las sanciones no afecten a la población venezolana sino a los dirigentes directamente implicados en la represión. Estos verían prohibida su entrada en Europa así como congelados todos sus bienes en países europeos, tanto físicos como bancarios.
Los países europeos, a petición principalmente de España, llevan desde julio amagando con la aprobación de sanciones a Venezuela, sobre todo después de la creación de la Asamblea Constituyente, que la UE no reconoció por considerar que se coloca fuera del orden constitucional venezolano y es una forma de laminar a la oposición democrática, que había alcanzado la mayoría en la Asamblea Nacional. Los países más reticentes, entre los que destacaba la Grecia de Alexis Tsipras, dieron su visto bueno este fin de semana.
La resolución del Parlamento Europeo de septiembre repetía que la formación de una Asamblea Constituyente era “una violación de la separación de poderes” y que Europa “no reconoce elecciones ni las acciones o decisiones que adopte la Asamblea constituida recientemente debido a su falta de legitimidad”.
Los eurodiputados también lamentaron “el contexto de violencia” y las víctimas que ha provocado y expresaron su “profunda preocupación por la persecución ilegal y la represión de los miembros democráticamente elegidos de la Asamblea Nacional”. También cargaron contra la destitución por parte del gobierno de la fiscal general Luisa Ortega y de los miembros del Tribunal Supremo.
Además, la resolución también apoyaba que la Corte Penal Internacional investigue “los numerosos delitos y actos de represión perpetrados por el régimen venezolano” y pedía a las autoridades de Caracas que liberen “de forma inmediata e incondicional” a los presos políticos.
Bruselas empieza así un proceso que puede ampliarse como ha ocurrido en otras crisis internacionales. La UE suele empezar aprobando sanciones individuales, que va progresivamente ampliando si no se reconduce el diálogo y continúa la represión.
Canadá y Estados Unidos ya aprobaron sus propias sanciones a Venezuela. Ottawa aplicó sanciones similares a las que preparan los europeos y Washington añadió la prohibición a su sistema financiero de comprar bonos venezolanos y de su gigante petrolero PDVSA.
Port Idafe Martín | El Clarín
