Dinero público malgastado en Latinoamérica bastaría para acabar con pobreza extrema
Un informe del Foro Económico Mundial (WEF) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID) determinaron que los fondos públicos que son malgastados en toda América Latina bastarían para erradicar los índices de pobreza extrema en el área.
De no asignar bien el gasto público, se estará hipotecando el futuro de los latinoamericanos”, aseguró Luis Alberto Moreno, presidente del organismo financiero y ex ministro de Desarrollo Económico de Colombia.
Según el informe “Mejor Gasto para Mejores Vidas: Cómo Pueden América Latina y el Caribe Hacer Más con Menos” del Banco Interamericano de Desarrollo (BID), la ineficiencia en el gasto de los Gobiernos de América Latina y el Caribe genera un despilfarro total de 220.000 millones de dólares, equivalentes a un 4,4% del Producto Interno Bruto (PIB) de la región. El estudio determinó que el gasto público en América Latina ronda, en promedio, un 29,7% del PIB, superando la media de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), la cual es 24%. En el caso específico de Costa Rica, el gasto ineficiente en el sector público corresponde a un 4.7%
“Esa cifra, bien invertida, sería suficiente para acabar con la pobreza extrema en la región (…)La mayoría de los países de América Latina y el Caribe hace poco han pasado o están a punto de pasar a la categoría de ingresos medios. En consecuencia, sus ciudadanos están exigiendo más y mejores servicios por parte de sus gobiernos. La eficiencia del gasto público será crucial para que los países vayan por la senda del desarrollo y eviten conflictos sociales. De no asignar bien el gasto público, se estará hipotecando el futuro de los latinoamericanos”, aseguró Luis Alberto Moreno, presidente del organismo financiero y ex ministro de Desarrollo Económico de Colombia.
BID señaló que los principales problemas con el erario público son la corrupción, el exceso en las compras gubernamentales (incluyendo pérdidas por causa de la corrupción y por demoras en procedimientos), la abultada nómina salarial en el sector público y las transferencias que no llegan al sector indicado de la población y la generación de proyectos poco efectivos.
“Si se comparan los salarios en el empleo público con los del privado, con el mismo nivel de capacidad, encontramos diferencias del 25%”, aseveró el economista jefe del BID, Alejandro Izquierdo.
Ambas instituciones señalaron que elevando la eficiencia se podría ahorrar el equivalente 1,5% del PIB de la región. De igual forma, la adopción de reglas fiscales que vayan más allá de la sustentabilidad para la protección de las inversiones, acompañamiento de gastos y rendición de cuentas para reducir la corrupción podrían mejorar las condiciones económicas de América Latina.
Por Aarón Chinchilla | elperiodicocr
