Congresista Gutiérrez, ofendido por redadas de inmigrantes

"Me pregunto por qué hicieron una redada después de las elecciones y no antes, y por qué en Chicago y no en Los Angeles, Nueva York o Miami", dijo Gutiérrez

El congresista demócrata Luis Gutiérrez dijo estar “ofendido personal y políticamente” por la reciente detención de trabajadores indocumentados en una empresa cerca de Chicago, al tiempo que activistas reclamaron una tregua navideña en las deportaciones.

“Me pregunto por qué hicieron una redada después de las elecciones y no antes, y por qué en Chicago y no en Los Angeles, Nueva York o Miami”, dijo Gutiérrez durante una reunión con indocumentados en la Iglesia Metodista Lincoln de esta ciudad.

“Parecería que somos víctimas de nuestro liderazgo” en busca de la reforma migratoria, “lo que me ofende de manera personal y políticamente”, señaló.

Gutiérrez mencionó el “trabajo arduo” que realizó en la campaña para la reelección del Presidente Barack Obama, y lamentó que el Gobierno no cumpla con sus promesas de enfocar su atención en la deportación de indocumentados con antecedentes criminales.

“No tiene ningún sentido anunciar soluciones para los hijos de los indocumentados y al mismo tiempo continuar deportando a los padres, y destruyendo familias trabajadoras”, dijo.

La reunión con unos 30 indocumentados, en su mayoría mexicanos, fue organizada por las agrupaciones Familia Latina Unida, Fuerza Juventud y Misión Anglicana Nuestra Señora de Guadalupe.

Las detenciones se produjeron a fines de noviembre durante redadas realizadas contra empresas de los suburbios de Chicago que emplean trabajadores sin papeles.

De un total de 34 detenidos, uno fue deportado, tres todavía aguardan resolución de Inmigración y el resto quedó en libertad bajo una fianza de 2.000 dólares en algunos casos, y otros bajo palabra.

Emma Lozano, de la Familia Latina Unida, dijo que para la Oficina de Inmigración y Aduanas (ICE) se trataría de “arrestos colaterales” en el marco de una investigación sobre explotación laboral y fraude con visas y documentos.

“Queremos saber cuántos patrones fueron presos en las redadas y cuál es el estado de esa investigación”, señaló.

En su opinión, los empleados deberían ser tratados como testigos y no delincuentes, por lo que se investigará la posibilidad de que los agentes federales hayan violado algún derecho constitucional.

Lozano dijo que “por lo menos debería haber una tregua durante las fiestas, para que los niños puedan pasar la navidad con sus familias sin temor a la separación”.

En la reunión se discutieron los próximos pasos que se darán para defender a los indocumentados cuando se presenten en la corte a mediados de enero.

José Alfredo Muñoz dijo a Efe que tuvo que pedir prestado el dinero para pagar la fianza y quedar en libertad después de cinco días de detención.

Después de trabajar seis meses en la empresa donde se hizo la redada, dedicada a la fabricación de tarimas de madera para el transporte de carga, ahora está desempleado pero es igualmente optimista.

“Espero que todo se arregle. Muchos de nosotros estamos tratando de seguir con nuestras vidas”, dijo.

El congresista Gutiérrez dijo que su oficina trabajará para que ICE use su poder de discreción y evite la deportación de “gente trabajadora y sin antecedentes”, que en algunos casos tiene más de 10 años de permanencia en los Estados Unidos.

En la reunión se planteó además el caso de siete jornaleros, detenidos en el oeste de la ciudad en la primera redada realizada por Inmigración contra este tipo de trabajadores.

El reverendo José Landaverde, de la Misión Anglicana, dijo a Efe que tres de los detenidos firmaron su salida voluntaria del país, “y al otro le quieren cobrar 10.000 dólares de fianza, un abuso”.

“Aún después de las elecciones estamos viviendo la cruda y cruel realidad de las deportaciones, y de nada valen las lágrimas de los pequeños que piden por sus padres”, señaló. EFE