Xiomara la artista cubana de la voz prodigiosa
Recientemente, The Place abrió sus puertas con aplausos que liberaron emociones para celebrar junto a la gran Xiomara Laugart sus 40 años de vida en el escenario. Cuatro décadas deslizándose lentamente frente al micrófono. Desde una guajira hasta una resaca de mar desenterrando flores merecidas.
Una vez más la dama de los sueños encantados, la mujer de la voz prodigiosa demostró tener el carisma de los bendecidos. Su presencia contagia alegría porque posee el alma de los ríos y quienes la admiran construyen, en secreto, campanas de cristal a su paso.
El espectáculo no dejó espacio a la duda, fue un homenaje a su labor artística, al talento y a la entrega. Un tributo a quienes confiaron en sus poderes. Abanico de voces girando al compás de cada movimiento, dejando a los presentes con el sabor de haber asistido a un espectáculo único, donde la poesía sembró intimidad.
Un laberinto de notas que redujo las distancias y los recuerdos llevándonos lejos, muy al inicio. El arte necesita de intérpretes como ella que anudan calidad; voces que nacen de la fragancia del ardor de la niñez, dibujando colores en la intimidad.
Su arte es auténtico, y con este recorrido musical el amor volvió a tocar la puerta porque el tiempo pudo recostar su espalda y desde allí derrumbar paredes creadas por el tiempo y la falta de fe para, en la desnudez de la vida que corre, atrevernos a respirar junto a ella a través del cristal, dejando que su canto nos llene los espacios vacíos.
Xiomara Laugart es historia de ahora, de siempre, esa que nos ayuda a no perder la identidad pues sabemos que venimos de un lugar que crea artistas muy a pesar de todo. A esta cubana que nos contagia con su hechizo le deseamos un futuro de maravillas, para seguir homenajeando con su voz a la irresistible Habana y con ella a Cuba toda.
POR AMELIA MARIA DOVAL