La Costa Amalfitana uno de los recorridos más hermosos de Italia
Positano, un verdadero paraíso, un país-pesebre que, desde la playa principal, se extiende verticalmente en una superposición compleja de calles, callejones y tiendas.
El azul del mar, el verde de los bosques Mediterráneos y de los terraplenes de cítricos, se funden con los elementos arquitectónicos para crear uno de los recorridos más hermosos de Italia: la Costa Amalfitana. Un paisaje único diseñado por bahías, ensenadas y pequeñas aldeas encaramadas en la montaña.
La carretera zigzagueante atraviesa valles profundos, envuelve los espolones de roca que se encuentran sobre el mar, baja hacia la playa y luego vuelve a subir otra vez, en una sucesión de novedosas e impresionantes vistas.
Las pintorescas callejas y escaleras se encuentran asomadas sobre el mar caracterizado por unos colores espectaculares, es el paisaje que encanta llegando a Amalfi, el pueblo que da el nombre a toda la costa. Dominada por la magnífica Catedral dedicada a Sant’Andrea, ofrece unos testimonios interesantes de su pasado como República Marítima.
A unos kilómetros se encuentra Furore, una verdadera galería de arte contemporáneo al aire libre con característicos murales que decoran las casas, los edificios públicos y las pequeñas plazas. Muchos son los recorridos naturales que hay que explorar para entrar en el corazón de esta tierra, con colores y sabores intensos de las agaves, de los lentiscos y del romero.
Pero Furore es más conocida por su Fiordo, una inesperada y empinada visión, fuerza espectacular y evocadora de la naturaleza.
Positano, un verdadero paraíso, un país-pesebre que, desde la playa principal, se extiende verticalmente en una superposición compleja de calles, callejones y tiendas que exponen unos vestidos coloreados de la Moda Positano, famosa en todo el mundo.
En la zona céntrica se encuentra la gran cúpula de mayólica de la iglesia parroquial de Santa Maria Assunta, que contiene unas obras preciosas, entre las cuales hay altares de mármol policromado. En frente, la “Sirenuse”, cuatro pequeñas islas situadas en el maravilloso mar.
Otra perla de la Costiera Amalfitana es Ravello, un pueblo elegante y refinado que se encuentra en la naturaleza y caracterizado por unas villas señoriales. Famosa por su Festival en los jardines de Villa Rufolo, donde el sugestivo escenario se mezcla con la emoción de la buena música para regalar una experiencia de extraordinaria intensidad.
El corazón de Ravello es Piazza Vescovado que se encuentra entre las arquitecturas de Palazzo Rufolo y la de la Catedral con su magnífica portada, la primera realizada con una técnica innovadora de moldes, y el campanario de 35 metros.
La ciudad medieval de Atrani se caracteriza por estrechas callejuelas, arcos, patios, plazas y características escaleras. En posición dominante y espectacular, se encuentra el complejo monumental de Santa Maria Maddalena, con su fachada barroca, su cúpula de mayólicas y su elegante torre a planta cuadrada, símbolo del pueblo.
Minori es una encantadora localidad balnearia que combina el encanto del paisaje y del mar con una oferta cultural centrada en el complejo arqueológico de la Villa Romana, donde se puede admirar el genio constructivo de los antiguos romanos y el Museo dell’Antiquarium, donde se encuentran artefactos de la época.
Praiano es un antiguo y tranquilo pueblo pesquero que ofrece al visitante un paisaje de gran belleza natural y la riqueza de un artesanado relacionado con el proceso tradicional de la seda y de la lana.
Antiguas profesiones transmitidas al pasar de los siglos como la relacionada con la producción de cerámica artística de Vietri Sul Mare, decorada con hermosos colores de la producción local. Hay que visitar Scala, Maiori, Cetara, Conca dei Marini, Corsara, Tramonti y Santo Egidio del Monte Albino, joyas de preciosas bellezas históricas y naturales.
